– A los tres años, la vida de Ángel cambió por completo. Los médicos le diagnosticaron leucemia linfocítica aguda, un tipo de cáncer que avanza con rapidez en la médula ósea.
– Desde entonces, su infancia se transformó en una batalla diaria. Pero ni los tratamientos, ni los hospitales, ni las agujas lograron apagar su curiosidad ni su amor por la música. IR AL ARTÍCULO

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