Sabemos que cuando escuchas la invitación a “donar células madre” podrías sentirte abrumado y con un montón de preguntas: ¿duele?, ¿es peligroso?, ¿te quedas sin defensas?, ¿es invasivo? Y es normal sentir miedo ante la incertidumbre, pero también es cierto que gran parte de esas dudas vienen de información incompleta o de mitos que han pasado de boca en boca.

La realidad es otra y en NMDP México® (antes Be The Match® México) queremos que la conozcas: donar es un proceso seguro, sencillo y con un impacto enorme. Al registrarte como potencial donador, ya estás aumentando la probabilidad de que un paciente encuentre a la persona que podría darle una nueva oportunidad de vida. Y sí, esa persona podrías ser tú.

Aquí te contamos todo lo que necesitas saber, desmentimos los mitos más comunes, resolvemos tus dudas y te explicamos cómo podrías estar mucho más cerca de salvar una vida de lo que crees.

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Mito 1: “¡Me va a doler muchísimo!”



Este es uno de los miedos más comunes. Pero tranquilo: en más del 90% de los casos la donación se realiza a través de un procedimiento llamado aféresis, muy parecido a donar plaquetas.

Durante cinco días recibirás un medicamento (filgrastim) que hace que tus células madre se reproduzcan y viajen a tu torrente sanguíneo. Luego, te conectan a una máquina que las recolecta mientras el resto de tu sangre regresa a ti. Puedes sentarte, escuchar música, ponerte al día con tu serie favorita y listo: estás ayudando a salvar una vida. Sin anestesia, sin cirugías y sin hospitalización.

¿Y el dolor? Lo más común es sentirse un poco cansado, con cuerpo cortado, similar al malestar cuando tienes gripe. Nada que un par de días de descanso no puedan resolver. Los síntomas desaparecen en pocos días, y podrás retomar tu rutina muy pronto.

Ahora bien, ¿qué pasa con el otro 10% de los casos? A veces, el equipo médico del paciente solicita una donación por médula ósea (que no es lo mismo que la médula espinal, ojo). Este procedimiento se realiza bajo anestesia general, con una punción en el hueso de la cadera. Es más invasivo, sí, pero sigue siendo seguro, ambulatorio y con molestias que se controlan fácilmente.

Tu bienestar siempre es nuestra prioridad. Por eso, sin importar el método de donación, nuestro equipo estará contigo en cada paso: acompañándote, resolviendo tus dudas y dándote seguimiento hasta que te sientas listo para volver a tu rutina con total normalidad.

Mito 2: “Si me registro, voy a tener que donar de inmediato”



Registrarte no quiere decir que tienes que donar células madre en automático. Significa que estás levantando la mano y diciendo: “si algún día soy compatible con alguien, estoy dispuesto a ayudar.”

Esa coincidencia puede suceder en semanas, meses, años o quizás nunca. Algunas personas llevan años en el registro sin haber sido llamadas, mientras que otras reciben la llamada pocos meses después de registrarse. Lo importante es que, al estar en la base de datos, estés dispuesto a decir “SÍ” cuando un paciente lo necesite.

Créenos: hay muchos pacientes esperando, ya que la mayoría (el 70%) no tienen un familiar compatible. Eso significa que dependen de potenciales donadores no relacionados: personas como tú, desconocidas pero generosas, para tener una segunda oportunidad de vida.

Por eso, mientras más personas se registren, más posibilidades hay de encontrar una coincidencia genética. Y con ello, más vidas podemos salvar.

Mito 3: “Te sacan la médula espinal”



¡Este mito es un clásico! Y es totalmente falso. Lo que se dona son células madre hematopoyéticas, que se encuentran en la médula ósea, un tejido esponjoso que está dentro de algunos huesos. No tienen nada que ver con la médula espinal, que forma parte del sistema nervioso central.

Así que no te preocupes: nadie va a tocar tu columna vertebral, ni tus nervios, ni vas a quedar con secuelas. Además, en el 90% de los casos no es necesario acceder directamente a la médula ósea, y cuando sí se requiere (en el 10% de los casos), el procedimiento es totalmente seguro y con una recuperación rápida.

Lo que sí es cierto es que al donar, te conviertes en un héroe real. Uno que puede darle a alguien más la oportunidad de seguir viviendo.

Mito 4: “Después de donar no puedes retomar tu vida normal”



Tu cuerpo es increíble. Y uno de sus superpoderes más impresionantes es la capacidad de regenerarse. Las células madre que donas se recuperan en pocos días, tu sistema inmunológico sigue funcionando con normalidad y no te vuelves más propenso a enfermarte.

Antes de donar, se te realizan estudios médicos completos para asegurarnos que estás en óptimas condiciones. Si hubiera el más mínimo riesgo para ti, el proceso simplemente no se llevaría a cabo.

En pocas palabras: tu salud es lo más importante. Por eso, todo el proceso está diseñado para cuidarte antes, durante y después de la donación. Y sí, podrás volver a tu vida normal en muy poco tiempo, con la enorme satisfacción de haber hecho algo verdaderamente extraordinario.

¿Por qué es tan importante donar células madre?



Porque hay vidas que dependen de ello. Más de 75 enfermedades graves pueden tratarse con un trasplante de células madre: leucemias, linfomas, enfermedades hereditarias, trastornos de la médula ósea, metabólicos o hemoglobinopatías, por mencionar algunas.

Para muchos pacientes, este trasplante no es solo una opción: es la única esperanza real de recuperación. Y encontrar a alguien compatible no es tarea fácil, las coincidencias genéticas son poco comunes, por eso cada persona registrada hace la diferencia.

Así, cuantas más personas se unan al registro de potenciales donadores, más posibilidades tenemos de encontrar la coincidencia perfecta para quienes esperan una segunda oportunidad.

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Registrarte es fácil. Y puede significar todo para alguien más



Si tienes entre 18 y 35 años, estás sano y te mueve el deseo de ayudar, ya tienes lo necesario para registrarte como potencial donador de células madre en NMDP México®.

Solo necesitas llenar un formulario y dar una muestra de saliva. Así de simple. Puedes hacerlo en alguno de nuestros eventos o acudir a un punto fijo de registro. En cuestión de minutos, te conviertes en un héroe en espera listo para cuando llegue su momento.

Y si un día suena el teléfono y te dicen que eres compatible, sabrás que estás a punto de hacer algo grande. Algo que puede cambiarle la vida a alguien para siempre, y quizás también la tuya.

Si todavía tienes dudas, te invitamos a consultar el Boletín que Salva Vidas: una publicación trimestral donde contamos los logros más recientes, compartimos historias de pacientes y de donadores, puedes saber más sobre lo que estamos haciendo como organización sin fines de lucro para que juntos sigamos ¡salvando vidas!

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